En la decisión de montar un acuario, cada detalle cuenta. Y uno de los factores más importantes a tener en cuenta es la luz. Aunque el sol es fuente de vida en la naturaleza, en un acuario no siempre aporta los mismos beneficios, afirmación que nos lleva a la pregunta lanzada en el título: ¿es bueno que un acuario reciba luz directa? La repuesta te la damos en este nuevo artículo de Acuarios Océano Atlántico, tus expertos en acuarios en Ribadumia.
Los riesgos de la luz solar directa
Primero, el aumento de temperatura. Recibir luz de forma directa puede elevar la temperatura del agua rápidamente, lo que suele ser un problema para los peces y las plantas. En un acuario, los cambios de temperatura bruscos generan estrés en los peces, afectando a su comportamiento y a su sistema inmunológico. Además, este aumento de calor favorece el crecimiento de algas no deseadas, que competirán con las plantas por los nutrientes y, a largo plazo, podrían bloquear los filtros del acuario.
Otro aspecto a considerar es la intensidad de la luz, que cambia constantemente a lo largo del día, siendo un factor que perturbe bastante a los peces, quienes prefieren una iluminación estable y predecible. La luz artificial, pensada específicamente para acuarios, permite ajustar la intensidad y el espectro, logrando condiciones óptimas que imitan la luz natural sin los picos de intensidad que produce el sol.
El efecto de los rayos UV y el crecimiento de algas
Los rayos UV del sol son otra preocupación. Aunque la luz artificial de calidad está diseñada para no emitir radiación dañina, el sol directo sí puede generar problemas. Y es que una exposición prolongada es especialmente perjudicial para organismos más sensibles, como algunos invertebrados. Los UV pueden dañar sus tejidos y afectar a su salud a largo plazo, un problema que podemos evitar si controlamos la fuente de iluminación.
Y, por supuesto, el gran enemigo: las algas. La luz solar estimula el crecimiento de algas de manera rápida y a menudo incontrolable, lo que resulta en un problema considerable: las propias algas se pueden adherir a las paredes, flotan en el agua y se vuelven un desafío constante.
¿Cómo iluminar correctamente tu acuario?
La solución ideal es optar por iluminación artificial específica para acuarios. Lámparas LED, fluorescentes o T5 ofrecen el espectro y la intensidad que favorecen la fotosíntesis de las plantas y el bienestar de los peces. Estos sistemas de iluminación están diseñados para que puedas regular el tiempo y la intensidad, evitando las fluctuaciones que causa la luz natural.
La ubicación del acuario también es clave. Si no puedes evitar la luz solar directa, considera el uso de persianas o cortinas para controlar la intensidad.
Resolvemos todas tus dudas si vas a montar un acuario en Ribadumia
Ya hemos resuelto las dudas que puedas tener sobre el impacto de la luz directa en un acuario, pero si te queda algún detalle por despejar o te podemos ayudar a montar el acuario perfecto en Ribadumia, no lo dudes: ponte en contacto con el equipo de Acuarios Océano Atlántico.